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Convicción, la base del método de las 7 C para lograr objetivos

today9 de enero de 2023

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Todos tenemos objetivos en la vida y, si bien algunas personas los logran con aparente facilidad, otras se desaniman al poco tiempo de intentar conseguirlos y otras carecen de disciplina para completar sus propósitos. Sea lo que sea que se desee alcanzar, todo requiere de cierta planificación y estrategia para saber por qué camino ir y es ahí donde muchos fallan al momento de comenzar a ejecutar los planes.

“El método de las 7 C es una especie de catálogo que nos recuerda los pilares sobre los que descansa el trazado del camino hacia un objetivo o una meta y cada uno de esos factores contribuye a pasar del deseo a la acción de una forma coherente”, señaló Sergio De Dios González, licenciado en Psicología por la Universidad de Salamanca.

Compromiso y claridad, dos de las herramientas para lograr objetivos. (Foto: Adobe Stock)
Compromiso y claridad, dos de las herramientas para lograr objetivos. (Foto: Adobe Stock)

El psicólogo, quien además es experto en tratamiento de datos y metodologías de la investigación, indicó: “Esta herramienta es especialmente valiosa cuando lo que te proponés es un objetivo que no es tan fácil de lograr. Hacer o dejar de hacer algo a veces demanda grandes esfuerzos y es necesario mantener la motivación para lograrlo. El método de las 7 C ayuda a recordar lo esencial en todo esto”.

En tanto, comentó que, aunque el método de las 7 C por sí solo no es garantía de éxito, “sí es una valiosa ayuda, en especial si sientes que te estás alejando de la meta” debido a que permite volver a ordenar ideas e identificar el factor que puede estar fallando en tu propósito.

Las 7 C

  1. Convicción: es la base. El método de las 7 C dice que es imposible lograr los objetivos si no se tiene la plena convicción de que es importante alcanzarlos. Es necesario sentir que eso es lo mejor para uno y que la vida se va a enriquecer de manera notable al conseguirlo. La convicción es la base de la motivación y esta, a su vez, es fundamental para que que se pueda ser constante en el empeño. Antes de emprender la lucha por lograr un propósito, hay que hacer acopio de razones para concretarlo.
  2. Capacidad: asegurarse de estar listo. A la hora de plantearse un objetivo serio, es muy importante fijar un tiempo límite para lograrlo. Pensar en ello es un buen pretexto para preguntarse si se está listo o no para llegar a donde se quiere. Hay que ser muy honesto/a con uno mismo. Si se entiende que aún se deben completar algunos procesos antes de ir por la meta que se desea, lo indicado es replantearse lo que se propuso. Quizás sea necesario proponerse unos objetivos previos más acordes a lo que se puede hacer ahora.
  3. Coraje: todo logro exige valor, principalmente en dos sentidos. El primero tiene que ver con el coraje de trazarse un objetivo y emprender el camino para lograrlo sin ninguna garantía de que se va a hacer. Muchos no inician algo por miedo al fracaso. El segundo aspecto que demanda valor son los errores que en un determinado momento puede impedirnos avanzar, llegando a ver en ellos obstáculos insalvables. Es entonces cuando se requiere de coraje para seguir.
  4. Claridad: saber a dónde se va. En el método de las 7 C, es muy importante este factor: la claridad. Cuanto más clara y específica sea la formulación del objetivo, mayores son las posibilidades de lograrlo. Un propósito bien planteado permite tener una idea más precisa y exacta del destino que se quiere alcanzar. Lo anterior no basta. También es importante preguntarse cómo se va a lograr lo que se propone, qué pasos se deben dar y qué metas se tienen que cumplir para llegar a donde se quiere. Tanto el final del camino como el recorrido son importantes.
  5. Compasión: ser amable con uno mismo. Es probable que se pase por algunos episodios en los que las cosas no salen como se habían planeado. También es posible darse cuenta de que estábamos equivocados en algún punto o que se cometa un error en la ejecución de los planes. El método de las 7 C dice que es en esos momentos cuando se debe ser compasivo con uno mismo porque fustigarse o juzgarse con mucha dureza no va a servir para nada. En los momentos más difíciles, se debe demostrar ser el mejor amigo de uno mismo.
  6. Conexión: es mejor ir acompañado/a. Aunque el propósito sea individual, siempre habrá alguien que participe o se beneficie de lo que se está haciendo. Por eso no es buena idea encerrarse en el objetivo y, en el afán de ser firme, convertirlo en una obsesión o hacerse hermético frente a lo demás. Es muy positivo que compartamos nuestras ideas con otros y que escuchemos lo que tienen para decirnos. Eso, no solo podría ayudarnos a enriquecer nuestros planes, sino que también es una excelente oportunidad para nutrirnos de energía que otros pueden aportarnos.
  7. Compromiso: sin decisión nada se logra. La palabra compromiso viene de las raíces latinas “cum”, es decir ‘con’, y “promisus”, o ‘promesa’. Así que quiere decir algo así como hacer un acuerdo para cumplir una promesa. ¿Con quién se hace ese acuerdo? En este caso, consigo mismo. Ese acuerdo supone que en verdad se está haciendo lo que se desea y que se hace libre de presiones externas. Para eso son la convicción, la claridad y la conexión. Todo ello te permite dibujar objetivos en el horizonte.

Escrito por E-GRUPOCLAN

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